Consejeros y Consejeras Regionales nuevamente se manifestaron en contra del proyecto de instalación de faenas de extracción de Biolantanidos en la comuna de Peno. La determinación se tomó en el marco de las atribuciones de la Ley de Bases del Medio Ambiente, pues la iniciativa se encuentra en trámite en el SEIA por una Adenda Complementaria del Estudio de Impacto Ambiental.

“Analizamos la propuesta del ejecutivo que venía con observaciones en rechazo y con indicaciones al proyecto Biolantanidos, eso respecto a su relación con la estrategia de desarrollo regional. Además, se solicitó un voto político con el que se rechaza el proyecto de biolantanidos y se solicita al ejecutivo del Gobierno Regional una asesoría jurídica para interponer un recurso de protección en contra del proyecto en beneficio y protección de los habitantes de las comunas de Concepción, Penco y Tomé. Los Cores estamos en contra de proyectos que afecten la vida de los habitantes de la provincia”, indicó Enrique Krause, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Core.

El Proyecto Biolantánidos corresponde a una inversión minero-industrial que se encuentra cercano al área urbana de Penco-Lirquén y al borde costero de la Bahía de Concepción, ocupando un área de sobre 220 hectáreas. Requiere mover grandes cantidades de suelo y debido a su localización, cercana a zonas urbanas, puede resultar riesgoso el arrastre de material.

“Rechazamos la instalación de proyectos como estos que afectan la vida de los habitantes de las provincias de la región. Estamos en contra de todo proyecto peligrosos que se han ido presentando a lo largo de este año en la comisión de medio ambiente”, agregó el Consejero Krause.

En la comisión y sesión del Core., donde se aprobó este rechazo, se indicó que el proceso minero industrial que se desarrollará requiere el uso de grandes volúmenes de agua y ácidos con un riesgo alto de filtraciones hacia los esteros del sector Penco y El Cabrito, afectando las áreas rurales y urbana de Penco con residuos líquidos tóxicos.

Además, se evalúa el riesgo por la cercanía del proyecto a la ciudad y la amenaza a la posibilidad de que sus habitantes puedan continuar realizando actividades tradicionales y que se vean afectada la calidad ambiental de los paisajes naturales y urbanos cercanos así como  las actividades tradicionales como la pesca, el turismo gastronómico y de playa.