Cada vez que tengo la oportunidad, me gusta citar el mural de Gregorio de la Fuente en la antigua estación de ferrocarriles, hoy Gobierno Regional. Me resulta inspirador ese paseo por la historia del Bío Bío, que nos habla de gente que ha sabido levantarse una y otra vez ante la adversidad, desde las estrecheces de la colonia hasta el auge industrial del siglo XX.
Y aunque don Gregorio ya no está para actualizar el mural, a nosotros nos corresponde seguir dibujando su historia. Este mes comenzamos a trazar un nuevo hito en la internacionalización del Bío Bío, con la apertura del primer vuelo directo de Concepción a Lima, al que se sumarán nuevos destinos que nos obligan a mejorar infraestructura para el turismo y estándares de servicio, a la altura de las condiciones naturales de nuestra zona. La remodelación y ampliación del aeropuerto Carriel Sur es un primer paso potente.
Pero también hay otras historias que pintar. Cuando asumí el cargo el 16 de abril, expresé que el sello de mi gestión iba a ser trabajar por la unidad y poner a las personas al centro, convicciones que se vieron reforzadas con la contingencia. Vivimos tiempos de cambios, no exentos de convulsiones, donde se nos presentan nuevas oportunidades para construir un Chile más justo, sin abusos, en un marco de respeto, seguridad y apego al Estado de Derecho, donde todos los ciudadanos puedan desarrollarse con igualdad de oportunidades. Mi trabajo como autoridad regional es facilitar el camino para el diálogo y la colaboración, articular soluciones, políticas públicas e incentivos para que Bío Bío pueda hacer frente a un año complejo en materia de empleo y productividad.
El camino para lograrlo parte con la Estrategia Regional de Desarrollo, instrumento en cuya construcción participó la ciudadanía a través de representantes de distintos ámbitos, que en septiembre actualizamos, y que tiene como primer eje las condiciones de sociales y de bienestar. Ello nos llevó a impulsar un nuevo pilar en el Plan Regional del Gobierno, que hemos denominado Bío Bío 2030, y que a su vez se divide en cuatro ejes de acción.
Ellos son el eje Social, que busca abordar las demandas de la ciudadanía, a través de un trabajo de mucho diálogo y contacto con sindicatos y trabajadores de sectores estratégicos, como el forestal, pesquero, industrial, y todos aquellos que tengan un alto impacto en el empleo y en la economía de miles de familias en Bío Bío.
Igualmente relevante es el eje Mejor Estado, que busca reforzar a instituciones fiscalizadoras públicas como Sernac, superintendencias de Servicios Sanitarios, Electricidad y Combustibles, AFP, salud, etc., para que cuenten con mayor dotación y recursos que garanticen una protección efectiva de las personas ante cualquier práctica abusiva y mayor difusión de sus derechos.
También está el eje Pro Pyme, centrado en proteger y generar estímulos y apoyo permanente a nuestros emprendedores y pequeños comerciantes. Un último eje, el de Seguridad, que busca reforzar los medios, renovar y modernizar los equipos con que cuentan las policías y bomberos.
Este ajuste al Plan Regional despejará la cancha para que entre todos no sólo podamos hacer frente a la coyuntura económica, sino también para proyectar Bío Bío a 2030, con una paleta de colores, una intensidad y profundidad dignas del pincel de Gregorio de la Fuente.
Sergio Giacaman García
Intendente de la Región del Biobío
Publicada originalmente en Diario Concepción el jueves 2 de enero de 2020.