- Gobernador Regional, Rodrigo Díaz, destacó las potencialidades que implica el cambio de matriz energética de la Región.
- La iniciativa de Corfo busca generar un nuevo modelo de desarrollo más sustentable, además de la descarbonización de los sectores productivos, lo que va de la mano con las acciones de convertir al Biobío en una zona carbono neutral de aquí al 2050.
Biobío es una de las tres regiones donde Corfo ha puesto foco en las potencialidades del Hidrógeno Verde, combustible que ha ganado terreno y demostrado que puede revolucionar la industria a nivel mundial y, de paso, ayudar al planeta en la misión de poner freno al denominado calentamiento global. El Gobierno Regional del Biobío, en tanto, ha financiado una serie de iniciativas en torno al desarrollo del combustible en la Región.
En este contexto, se realizó el lanzamiento de la gobernanza público privada, donde participa el Gore, que busca generar una hoja de ruta para el desarrollo del Hidrógeno Verde en la Región, lo anterior en el marco del Programa Estratégico Regional (PER) Transforma de Corfo. Lo anterior, va de la mano con las acciones de convertir al Biobío en una zona carbono neutral de aquí al 2050.
El Gobernador Regional, Rodrigo Díaz Wörner, destacó las potencialidades que implican un cambio en la matriz energética de la Región. “Luego de este trabajo, donde también participa el Gobierno Regional y se identifiquen las brechas a subsanar, el Gore podrá aprobar recursos que van en directa relación a las oportunidades que se detallen y por supuesto para apoyar, defender y potenciar nuestro sector industrial regional”, manifestó la autoridad regional.
La directora del Comité de Desarrollo Productivo e integrante de la gobernanza, Roberta Lama, comentó que la misión ahora es marcar una hoja de ruta que permita desarrollar la industria del Hidrógeno Verde. “Esta hoja de ruta marca un paso importante hacia la descarbonización de los sectores productivos de la Región del Biobío, aportando a la transformación productiva para concretar un nuevo modelo de desarrollo más sustentable e intensivo en conocimiento. También a mediano plazo permitirá mejorar la productividad y competitividad de las empresas. Es una tremenda oportunidad que tenemos como Región”.
La región es rica estratégicamente para la producción y uso del Hidrógeno Verde. Una de las ventajas es que cuenta con fuentes de energías renovables. El Biobío tiene un potencial fotovoltaico y eólico en todas sus provincias. Además, hay una importante variedad industrial que tienen el potencial privilegiado para la utilización del H2V. Entre ellas destacan los siete puertos que mueven una diversidad importante de carga proveniente de la región y la macrozona sur. Posee además una refinadora de petróleo, industria química, siderúrgica, celulosa y papel entre otras. Sólo en Biobío se procesa cerca del 57 % de la madera nacional.
Otro punto importante es la capacidad que existe para que esta energía no sólo se desarrolle y utilice aquí en la Región, también para que se exporte a diversos puntos donde se ha potenciado este recurso.
Los integrantes de la gobernanza destacaron el trabajo que se podrá llevar adelante. Patricia Palacios, directora ejecutiva de Consorcio Eólico, manifestó que “los privados son fundamentales para que este proyecto tenga éxito porque serán los primeros en aportar el capital para el desarrollo, pero no lo podemos hacer solos. Necesitamos de la alianza público-privada como en este caso”.
Desde la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), el director del Centro de Energía de la casa de estudios, Ricardo Lizana, dijo “es un programa bastante estratégico en muchos aspectos, sobre todo, para aunar esfuerzos para el crecimiento de la Región como polo de desarrollo del Hidrógeno Verde que, a diferencia de otras regiones, aquí se busca aplicar a la industria”.
Ana Araneda, consejera regional, partícipe importante del acuerdo del Gore en la Cop 27 dijo “esta es una idea ambiciosa para sortear una crisis que está presente. No hay duda que esto viene ayudar al trabajo que llevamos adelante en varias materias como electromovilidad, biodiversidad, infraestructura verde única en Chile, lo que nos convierte en referentes nacionales”.
El programa en su primera etapa tendrá una duración de seis meses. En este tiempo se conformará un equipo especial a cargo de un gerente quién será el articulador de la iniciativa para seguir avanzando en el programa a largo plazo.