• Con un financiamiento del Gobierno Regional de $2.500 millones, el centro ha podido analizar las aguas residuales en 30 de las 33 comunas de la Región, ampliando su campo de acción desde el Covid-19 a la detección de otros virus y, por primera vez en el país, la presencia de sustancias ilícitas.

 

Único en Chile. Ese es uno de los atributos del Centro de Vigilancia de Aguas Residuales Centinela Biobío, que inauguró esta semana las dependencias de su propio laboratorio, proyecto a cargo de profesionales y académicos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y financiado por el Gobierno Regional. Iniciativa que realiza un monitoreo permanente de las aguas servidas de las redes de alcantarilla de la región, para detectar enfermedades respiratorias, gastrointestinales y consumo de drogas, siendo esta última línea de investigación la que lo convierte en un centro único a nivel nacional.

Centinela Biobío tiene como antecedente directo un trabajo desarrollado en el 2021 enfocado específicamente la detección de Covid-19, pero en 2022 pudo relanzarse gracias al apoyo del Gobierno Regional y la aprobación del financiamiento por $2.500 millones, que permitió a los investigadores de la UCSC incorporar a 30 de las 33 comunas de la región, sumando la identificación de otros patógenos, virus respiratorios y uso de sustancias ilícitas.

Al respecto, el director de Centinela Biobío, Matías Hepp, director de Centinela Biobío, explicó que el foco del proyecto es contar con un sistema de alerta, que permita conocer qué virus están circulando antes de que existan brotes. “Toda la información que recogemos semana a semana, la ponemos a disposición de las autoridades sanitarias, regionales y municipales, de tal manera que puedan tomar decisiones oportunas y adoptar medidas de prevención en materias de salud y abuso de sustancias”, precisó el doctor en Ciencias Biológicas.

Por su parte, Sandra Ibáñez, jefa de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional, destacó que en el proyecto Centinela se unen la innovación, la tecnología, las capacidades que tenemos en la región a través de nuestros académicos y profesionales. “Este proyecto con la UCSC es un ejemplo de buena política pública, en este caso, de salud y seguridad, mejorando el bienestar para los vecinos y vecinas de la Región. De esta manera, avanzamos en generar las condiciones para una mejor calidad de vida en los territorios y, además, lo hacemos potenciando y no desaprovechando el talento y las capacidades existentes en las universidades de la región como es este caso”, recalcó la autoridad.

Por su parte, el rector de la UCSC, Cristhian Mellado, manifestó su orgullo por este innovador proyecto que da cuenta del virtuoso efecto de la “triple hélice”, cuando confluyen el trabajo de la empresa privada, los gobiernos y la academia en beneficio de la comunidad. “Con este centro la región queda a la vanguardia en materia de vigilancia de aguas residuales, innovando en forma competitiva para mejorar la salud de Biobío, con la posibilidad de escalarlo a otras regiones del país”, aseguró la autoridad universitaria.

Tomas de muestras

El sistema de alerta, en la actualidad, testea las aguas residuales de 30 comunas del Biobío, a través de la toma de muestras de plantas de tratamiento o elevadoras una vez a la semana, y de alcantarillado en las capitales provinciales 3 veces por semana.

De esta forma, Centinela Biobío es el observatorio de aguas residuales más grande a nivel nacional y el único que detecta sustancias de abuso, y apunta a convertirse en una experiencia piloto para extenderlo en otras regiones. Para ello, ya se trabaja en la conformación del “Consorcio de Laboratorios Universitarios de Aguas Residuales” y así adoptar un sistema nacional para la toma de decisiones sanitarias, tal como ocurre en países como Inglaterra, Australia, Holanda, España y Estados Unidos, entre otros.

Finalmente, cabe destacar que, junto a la inauguración de los laboratorios del Centro de Vigilancia, se realizó la presentación del sitio web www.centinelabiobio.cl, que contiene un mapa de la Región del Biobío, en que se indica por color la presencia de SARS-CoV2 y, a través de íconos, la presencia de otros patógenos o sustancias en las aguas servidas por comuna.