Historia

El nacimiento de una Región

Cincuenta años de la Región del Biobío

El 5 de diciembre del 2014 se cumplieron cincuenta años del nacimiento de la Región del Biobío como una estructura territorial del Estado de Chile. Este hecho estuvo, como es obvio, vinculado al Gobierno de la época y también con las aspiraciones de los dirigentes sociales, de los representantes de las actividades económicas que existían en las provincias que integraron la Región y de los medios de comunicación social.

La idea de crear las regiones, como una división del territorio para el gobierno y la administración del Estado, era de antigua data en el país. Se había llegado al convencimiento que para obtener un desarrollo territorial equilibrado, era necesario contar con territorios suficientemente grandes en población, en recursos naturales y en diversidad productiva, de tamaño mayor que las provincias que a la sazón existían. Estos nuevos espacios posibilitarían la formación de masas críticas para impulsar un desarrollo territorial con grados de sustentabilidad endógena, y así contrarrestar el desmesurado crecimiento a que había llegado la capital del país. Además, esta división del territorio del Estado permitiría la descentralización administrativa, aspiración consagrada en la Constitución de 1925 y no cumplida, por medio de órganos que contaran con los recursos y el personal suficientes para que fuesen capaces de satisfacer adecuadamente las necesidades de la población.

En el caso de la futura Región del Biobío las proposiciones para su creación tenían a la fecha varios años. En la página editorial del diario El Sur, del día 5 de diciembre de 1964, el ex Director de ese diario, don Armando Lazcano Herrera, escribió un extenso artículo que, entre otras consideraciones sobre la importancia de la nueva región, destacó que: “Antes de un mes de haber empezado su gobierno, el Presidente de la República ha presentado varios proyectos que no sólo asombraron por su magnitud como por su repercusión en el futuro de Chile, y le ha hecho a Concepción el honor de empezar poniendo en marcha un proyecto de unidad económica que corresponde a su configuración geográfica y de producción, aconsejado desde un decenio por este diario después de estudiar detalladamente los múltiples y complejos problemas y necesidades administrativas de las provincias vecinos al Biobío”.

Correspondió al Gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva iniciar el camino que llevó la regionalización del país. En su programa de gobierno el tema regional ocupó un papel destacado. En noviembre del año 1963, se había realizado en Concepción un Congreso de Planificación Regional que reunió a más de 800 profesionales, técnicos y dirigentes sociales de las provincias de Ñuble, Concepción, Arauco, Biobío y Malleco, que adherían a su candidatura presidencial y que, en dos días de un intenso trabajo en varias comisiones, elaboraron y concordaron en una propuesta sobre la creación de la Región del Biobío, a través de la integración de las provincias antes mencionadas, la que entregaron al candidato presidencial en la sesión final de este Congreso.

A sólo un mes de haber asumido la Jefatura del Estado, el Presidente Frei Montalva se trasladó a Concepción, acompañado de los Ministros de Estado en las carteras de Educación, don Juan Gómez Millas, de Obras Públicas, don Modesto Collados, de Defensa, don Juan de Dios Carmona, y del Subsecretario General de Gobierno, don Raúl Troncoso, para desarrollar una visita, uno de cuyos objetivos era llevar a efecto el inicio formal de la Región del Biobío. Con este propósito el Ministerio del Interior, con fecha 4 de diciembre de 1964, emitió la Circular Nº 3799 que en el párrafo inicial expresaba que: “Esta Secretaría de Estado, por instrucción de S.E. el Presidente de la República, ha estimado conveniente impartir a US. las siguientes instrucciones en relación con la integración de la Región del Biobío que forman la provincia de Ñuble, Concepción, Biobío y Arauco”. Posteriormente se agregó la provincia de Malleco. La Circular establecía, entre otras consideraciones relativas a la voluntad del Gobierno de llevar a efecto una política de descentralización territorial, que: “Los Intendentes de las provincias precedentemente nombradas se reunirán ordinariamente cada dos meses, en la fecha y lugar que se fije en la reunión constitutiva, con el objeto de coordinar su labor. Esta reunión será convocada por el Intendente de la Provincia de Concepción. A estas sesiones asistirá, además, el Secretario Ejecutivo de la Oficina Regional de Planificación, que desempeñará las funciones de Secretario. Los Intendentes se reunirán extraordinariamente cada vez que los cite el Intendente de Concepción o a petición de cualquiera de ellos”. Terminaba el documento con un listado de tareas específicas para los Intendentes, especialmente en los relativo a las prioridades para la elaboración del Presupuesto del sector público a la promoción del desarrollo social.

Sesión solemne en la Intendencia de Concepción

El 5 de diciembre de 1964 se realizó una solemne reunión en el Salón de Honor de la Intendencia de Concepción, a la cual asistieron, entre otros, los Ministros de Estado que acompañaban al Presidente de la República, Parlamentarios, autoridades civiles, judiciales y militares, representantes de la industria, la agricultura y el comercio, dirigentes sindicales y sociales y los intendentes de Ñuble, don Roberto Casanueva; de Concepción, don Alfonso Urrejola; de Biobío, don Guillermo Die, y de Arauco, don Claudio Huepe. El Intendente de Malleco, don Abner Castillo, se incorporó el año 1965.

En esta reunión se hizo pública y oficial la decisión del Gobierno del Presidente Frei Montalva de crear la Región del Biobío, como una experiencia pionera en el país, antes que rigiera la reforma constitucional que se había enviado al Congreso Nacional que creaba las Regiones, realizando la integración de las provincias que formaban la región, por medio de la reunión de sus Intendentes. También en esa oportunidad se dio a conocer, por medio del Ministro de Obras Públicas, la política de vivienda del Gobierno, la que incluía la creación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

En el acto realizado en el Salón de Honor de la Intendencia se dio lectura la Circular Nº 3799 del Ministerio del Interior y correspondió al recién designado Secretario Ejecutivo de la Oficina Regional de Planificación, que funcionó al alero del Departamento de Planificación de la OCRFO, explicar el significado y alcances de la decisión del Gobierno. Al respecto, señaló que: “existe la conciencia, en todos los sectores de la comunidad regional, que una integración de las provincias que la componen es esencial para impulsar su desarrollo económico y social. Se geografía, particularizada en las cuencas del Biobío y del Itata que recorren la región de la cordillera al mar, encauza, por decirlo así, la integración de la zona. Sus recursos humanos y materiales, que son evidentes, configuran una complementación verdaderamente notable”. Añadió que esta decisión estaba inspirada en la idea de crear y robustecer los organismos intermedios entre el gobierno central y los ciudadanos. “De esta manera, después del gobierno central, vienen las regiones geoeconómicas con una autoridad y una organización propias a través delas cuales se llevará a efecto la descentralización administrativa. Después las provincias que se dividen en comunas y dentro de estas todos los organismos intermedios de organización de la comunidad…. A través de estos cauces… se logrará una efectiva participación de toda la comunidad en el proceso de formulación de los programas de gobierno y en el proceso de ejecución de las decisiones, con el resultado que el chileno se sentirá verdaderamente vinculado a la comunidad nacional”.

Después de la exposición sobre la política de vivienda realizada por el Ministro de Obras Públicas, tomó la palabra el Presidente Eduardo Frei Montalva, que hizo un recordado discurso sobre los planes centrales de su Gobierno, que el Diario El Sur del día 6 de diciembre publicó íntegro, en la edición de ese día. Entre otras materias abordadas por el discurso presidencial, expresó que: “En esta ceremonia, muy sencilla como tienen que ser todos los actos del Gobierno hemos querido aquí en este gran centro de la zona sur y uno de los centros industriales y universitarios del país, poner en marcha dos grandes ideas. La primera la que se refiere a la descentralización administrativa, económica y social del país, para hacer una experiencia práctica del desarrollo regional en esta cuenca del Biobío… los que viven en esta zona saben por una experiencia elemental cuán necesario que este desarrollo sea integrado de una manera racional para beneficio mutuo del sector agrícola, del sector industrial y sobre todo para la promoción nacional de este gran conglomerado humano. Con mi presencia he querido esperar las reformas legales sino que dentro de los límites que nos permiten las disposiciones jurídicas del país, dar todos los pasos necesarios para realizar de hecho este trabajo”.

“En segundo término le pedí al señor Ministro de Obras Públicas que fuera aquí en Concepción donde se dirigiera a todo Chile por una cadena nacional de radios explicando el plan habitacional del Gobierno”.

Al finalizar su discurso el Presidente de la República señaló: “Si ustedes han oído las palabras del Ministro de Obras Públicas y las del director regional de planificación podrán ver que el Gobierno, al pedir las reformas legales que está solicitando al Congreso no las pide sólo con un afán de reforma. Son ellas indispensables para que país pueda realizar lo que votó el 4 de septiembre pasado. Cada uno de los instrumentos legales que hoy solicitamos al Congreso es condición para que este plan se realice”.

La reforma constitucional que establecía la Región como una nueva división territorial fue aprobada en la Cámara de Diputados, pero no logró avanzar en el Senado. Sin embargo, con la vigencia de la Ley Nº 16.635, el año 1967, que creó la Oficina Nacional de Planificación, ODEPLAN, y la institucionalidad que esta norma legal generaba para estructurar un sistema nacional, sectorial y regional de planificación del desarrollo, se implementó una regionalización del territorio nacional que es la que, con algunas variaciones, rige hasta hoy. La Región del Biobío pudo complementar con ello su experiencia como tal, iniciada con la Reunión de Intendentes de las provincias que la integraban. Posteriormente, el año 1974, se dictaron los D.L. Nº 573 y 575 y en 1976 el Acta Constitucional Nº 2, normas que consolidaron las regiones como una división del territorio nacional, no solamente para la planificación del desarrollo sino para el gobierno y la administración del Estado; división territorial que fue recogida por la Constitución de 1980.

Participación del sector privado

Un importante efecto, entre muchos otros, de la decisión del Gobierno de la época de crear la Región del Biobío, como una experiencia piloto para implementar la regionalización del país, fue la iniciativa de un grupo de empresarios regionales de dar nacimiento a una institución que, desde la óptica empresarial, promoviera su desarrollo. Los principales impulsores de esta iniciativa fueron don Ninoslav Bralic, gerente de Cementos Bío Bío, don Aurelio Lamas, propietario del diario El Sur y don Renato Orellana, gerente de la siderúrgica de Huachipato. Es así como nació la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional del Biobío, Cidere Bio Bio, que tuvo precisamente por objeto promover el desarrollo de la zona geográfica formada por las provincias antes mencionadas, y cuyos cincuenta años de existencia se cumplirán el próximo año.

La Reunión de Intendentes y la SERPLAC

Los Intendentes de las provincias que integraron la Región del Biobío, antes nombrados, se mantuvieron en sus cargos durante los seis años del Gobierno del Presidente Frei Montalva, lo que ayudó a que la Reunión de Intendentes de la Región se valora ante la comunidad regional. Junto con ello el intenso trabajo de integración regional realizado durante todo el periodo permitió consolidar institucionalmente la Región y promover el desarrollo regional, que era la tarea fundamental que se les había encomendado.

Por su parte, la Oficina Regional de Planificación, ORPLAN, elaboró varios estudios y efectuó diversas publicaciones para dar a conocer documentos sobre aspectos relevantes del desarrollo regional, especialmente en el campo del desarrollo territorial. Pioneras en la época fueron las encuestas de origen y destino de los flujos de transporte por carretera que permitieron elaborar un primer diagnóstico sobre ellos, la utilización de los medios de transporte en la Región y su relación con los que provenían del norte y el sur de ella. También se realizó una importante elaboración y publicación de la cartografía regional, en diferentes escalas, lo cual ayudó a formar una imagen física regional que ha perdurado hasta el presente. Sin embargo, el principal fruto de estos estudios fue una “Estrategia para el Desarrollo Económico, 1966-70”, que fue la primera que existió en el país y que sirvió de guía para otras regiones, no solamente en Chile sino también en otros países latinoamericanos. Esta primera Estrategia de Desarrollo tuvo, además, el mérito de someterse a una evaluación cada dos años, por medio de un conjunto de indicadores sociales y económicos que daban cuenta de sus resultados, lo que no ha acontecido con las que la sucedieron.

La reunión de Intendentes de la Región del Biobío realizó, además, diferentes peticiones y gestiones ante los Ministerios para que a través de decretos y resoluciones se pudieran conformar jefaturas y coordinaciones de los Servicios Públicos en el ámbito de la nueva Región. Es así como se conformaron una Comisión Regional de Urbanismo y Vivienda, el Consejo Regional Agropecuario, la Comisión Regional Asesora de Transporte, la Delegación Zonal de Obras Públicas, entre otras iniciativas. La Contraloría General de la República instaló su primera delegación fuera de Santiago, con sede en la ciudad de Concepción y con competencia en las cinco provincias que integraron la naciente Región del Biobío.

Cuando han pasado cincuenta años desde que se diera comienzo a la existencia de la Región del Biobío, es oportuno dar una mirada, aunque sea fugaz, a las principales circunstancias que acompañaron su nacimiento y mencionar los nombres de algunas de las personas que en él intervinieron. Ello nos ayuda a conservar la memoria histórica de un acto que significó el inicio de una tarea que se ha prolongado en el tiempo y que generó en la comunidad regional, desde sus inicios, la expectativa que una integración de las provincias y comunas que forman la Región del Biobío redundaría en un crecimiento económico y social mayor que si permanecían aisladas.

Reseña de Bernardino Sanhueza Pino
Ex Secretario de Planificación Regional