· Con financiamiento del Gobierno Regional del Biobío, el programa “Capacitación, Autocuidado y Respiro para cuidadoras” beneficia a 60 mujeres a cargo del cuidado de personas dependientes por diversos motivos de salud física o mental.
Con la entrega de completos kits de materiales, el programa “Capacitación, Autocuidado y Respiro para cuidadoras de la Región del Biobío” continúa con el desarrollo de sus talleres de masoterapia, herbodietética y cocina saludable, bisutería y gemoterapia, cosmética natural y técnicas de masajes y aromaterapia, en el que participan 60 mujeres que están a cargo del cuidado de personas dependientes.
La iniciativa – presentada por la Asociación de Mujeres Líderes de la Región del Biobío y con financiamiento del Gobierno Regional – tiene el objetivo de entregar herramientas y promover el emprendimiento de estas cuidadoras para que, sin dejar de lado su abnegada labor de tiempo completo, puedan generar sus propios ingresos.
El mencionado proceso de entrega fue encabezado por el jefe de División de Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional, Simón Acuña, quien explicó que “esto permite visibilizar, acompañar y apoyar a las mujeres cuidadoras que durante muchos años han estado dedicadas, muchas veces de manera privada y en silencio, al cuidado de personas dependientes, como las que hay en cada una de nuestras familias”.
“Lo que buscamos – añadió – es trabajar junto a estas organizaciones de la región para apoyarlas en su autonomía económica, aliviarlas en su rol de cuidado y que sigan desarrollándose más allá de esta importante labor que cumplen en la sociedad”, comentó.
Una de las participantes de los talleres, Nancy Riquelme, compartió su experiencia: “Lo primero que pensé fue que nos están viendo, porque generalmente las cuidadoras estamos muy olvidadas, o sea, nadie piensa en nosotras. Estas son herramientas con las que podemos seguir adelante, atender a los hijos o a los padres, pero también a ti misma, porque nos olvidamos de nosotras. Esta posibilidad de aprender nos hace tomar conciencia de que también somos importantes”, explicó.
Junto con relatar que tuvo que dejar su trabajo para dedicarse al cuidado de sus hijos, diagnosticados con TEA (Trastornos de Espectro Autista), comentó que “estoy participando en Masoterapia, que es algo que había buscado siempre y nunca se me había dado la oportunidad, y aquí me la dieron. Es una puerta que se abre que, a lo mejor para otros puede resultar algo muy pequeño, pero que para nosotras es muy significativo”, añadió.
Por su parte, María Millaray Saéz, presidenta de la entidad a cargo de la iniciativa, manifestó su satisfacción por los resultados del proceso: “Esto está pensado para que todas las alumnas puedan estudiar sin dejar lo que hoy están haciendo, lo que es el cuidado. Se trata de una plataforma asincrónica, virtual, donde tienen que trabajar durante 250 horas en sus estudios, por lo que pueden disponer de su tiempo, para trabajar y estudiar cuando quieren, con la posibilidad de hacer sesiones prácticas de las cuatro técnicas”, dijo.
“En lo concreto, estamos viendo que ellas están disfrutando aprender, porque saben que esto les va a dar la autonomía en muchas áreas, no solo en lo económico, porque el hecho de esa independencia, sin dejar de lado a la persona que se tiene cargo o postergando su cuidado, les genera mucha alegría y con ganas de seguir avanzando”, concluyó.