• Rodrigo Díaz Wörner participó de la actividad “Memoria y Futuro: Por la Sagrada Dignidad del Ser Humano” organizada por ex trabajadores de la Pastoral de Derechos Humanos y el Arzobispado de Concepción.

Tal como lo mencionó la exdiputada Martita Wörner en su alocución, a nombre de los ex trabajadores de la Pastoral de Derechos Humanos de Concepción, la lluvia fue una visita inesperada, no obstante, no fue impedimento para que el Aula Magna de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, recibiera a todos quienes llegaron para conmemorar y reflexionar en torno a los 50 años del Golpe Militar. La actividad, por cierto, fue organizada por ex trabajadores de la Pastoral y el Arzobispado de Concepción, con el nombre “Memoria y Futuro: Por la Sagrada Dignidad del Ser Humano”.

El Gobernador Regional de Biobío, Rodrigo Díaz Wörner, fue uno de los asistentes al evento que, contó con la presencia de reconocidas figuras que lucharon en contra de las atrocidades de la dictadura militar; y exposiciones del médico psiquiatra, Jorge Baruy, y monseñor Alejandro Goic.

En la oportunidad, el Gobernador Díaz comentó que “es bueno siempre recordar, desde el respeto reflexionar y saber que lo que tenemos, sin ser perfecto, es mucho mejor que lo hubo, que el horror del pasado… y que lo que tenemos en el presente se debe cuidar, para evitar tropezar con piedras que signifiquen la pérdida de la libertad y de la democracia”.

La máxima autoridad regional agregó que “es importante tener una mirada hacia el futuro, tener una conducta en la democracia que apunte a mejorar las redes de apoyo a las personas que fueron víctimas y a sus descendientes. Y, también, tener una conducta, las personas que nos dedicamos a la política, de respeto, de hacer primar el diálogo, de no ver enemigos, sino de ver diferencias políticas que se zanjen por métodos democráticos, y no perseverar en la agresión, en la funa, en la descalificación. Eso siempre engendra más odio”.

El arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, reconoció “que me emociona la cantidad de personas que han venido, el ambiente de fraternidad y de construir un Chile mejor. No como el que tuvimos en los años de dictadura que nos hicieron tanto daño y a tantas personas”.